La ropa es nuestra segunda piel y, por eso, hemos de tener en cuenta qué tipo de prenda o tejidos son más saludables:
- El algodón permite la transpiración y resulta cálido en invierno y fresco en verano. Los tejidos impermeables impiden la respiración de la piel y enfrían el cuerpo.
- Los pantalones o faldas demasiado ceñidos obstaculizan la circulación favoreciendo la aparición de varices. Además, aumentan el riesgo de sufrir cistitis y vaginitis.
- Es recomendable que escojas los calcetines con bandas anchas para evitar que la goma te apriete demasiado. Si además tienes problemas circulatorios es mejor que utilices las medias de compresión graduada.
- Para evitar los resfriados, la ropa que llevamos debe respetar la capacidad autoreguladora de temperatura que posee la piel con relación a la temperatura exterior, si no corremos el riesgo de constiparnos fácilmente. Así que mejor no abrigarnos demasiado, tampoco para dormir.
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