A veces pasa. Incluso más de lo que pensamos. Este es el caso de Herman Melville, al que mayoritariamente se le conoce mundialmente por su Moby Dick pero que cuenta en su haber con otros reflexivos relatos sobre el ser humano y su retorcida mente.
Gracias a la publicación de Yo y mi chimenea (colección Bárbaros minus) llevada a cabo por Ediciones Barataria nos encontramos a su autor y una historia en forma de comedia que hará las delicias de los amantes de las novelas de calidad. Se lee rápido, es divertida y hace una irónica caricatura de nuestras manías y tozudeces. Todo con el buen sabor de un gran clásico, que si después de tantos años se le sigue leyendo por algo será.
Además como los editores, listos ellos, sabían que nos íbamos a quedar con ganas de más, incluyen un segundo relato llamado El pudín del pobre y las migajas del rico.
Somos muy afortunados de contar en nuestro mercado del libro con editoriales como Barataria que apuestan por la calidad sin excepciones. Tengo justo ahora en mis manos la edición de bolsillo de Yo y mi chimenea y se aprecia el buen gusto plasmado en la impresión. Un trabajo sencillo y molón.
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