Volvemos con más títulos recomendables. Y en la lista podemos añadir a Don't go in the house, como no, traducido al español como La casa del terror. También de la dorada década de los ochenta.
La historia parte años atrás, cuando una madre maltrata a su hijo quemándole los brazos con el fuego de los hornillos. Los 2 siguen viviendo juntos hasta que un día, al volver el trabajo, el hombre encuentra el cadáver de su progenitora. Decide ocultar su muerte y sale en busca de mujeres -a las que incinera con un lanzallamas- para vengarse de los abusos sufridos desde la infancia.
La atmósfera es realmente sobrecogedora. El guión consigue la sensación de que lo que nos está contando no es ninguna estupidez, ni ciencia ficción. Que algo así puede estar sucediendo (y lamentablemente seguro que sucede) en algún rincón del planeta. Aunque rodada con los elementos de expresión cinematográficos habituales, el actor protagonista logra con sus gestos que nos creamos en todo momento las situaciones vividas en la pantalla.
Mi colega Albertini ya me había hablado maravillas de ella y nuevamente acertó en su crítica. Es un auténtico clásico del género del terror. En muchos momentos incluso recuerda a Psicosis, casi me atrevería a decir que reemplazaría a cualquier posible precuela de la obra maestra de Hitchcock (sin llegar a su altura evidentemente).
Tiene cosas algo cutres como la voz en off (que parece la conciencia de Robocop) y los efectos especiales. Pero no hay que alarmarse puesto que no es eso lo que buscamos en su visión.
Déjate llevar, aparta las cajas de cerillas de tu entorno y sientate en el sillón para gozar pasando miedo...
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