Para todas aquellas personas que piensen que James Caan nunca fue joven, aquí tenemos esta soberbia película que demuestra lo contrario. Una producción de 1963 que mezcla el suspense de Alfred Hitchcock con una serie de personajes más cercanos a los ambientes de David Lynch o incluso al mismísimo Rob Zombie.
James Caan no es que sea santo de mi devoción ya que a diferencia de otros muchos actores, salvo contadas excepciones, ha mantenido una carrera cinematográfica muy irregular con tendencia a la mediocridad. Por otro lado, siempre es un auténtico placer estar acompañado de estrellas de Hollywood de la categoría de Olivia de Havilland. Una actriz doblemente galardonada con el Óscar de la academia, uno en 1946 por La Vida Íntima de Julia Norris y otro en 1949 por La Heredera. Realmente la estatuilla no significa nada a día de hoy pero en aquella época aún te la podías tomar en serio.
Así que, si quieres descubrir un film especial, déjate atrapar por Walter Grauman y su Lady In A Cage. Yo tengo la edición "Paramount Collection" no sé si se ha publicado alguna otra en nuestro país pero si sé que las jaulas de hierro nunca fueron tan oscuras...
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