Todo aquellos que nos hemos criado bajo los rayos catódicos de lo que fue el antiguo Canal + nos sentimos orgullosos de reconocer nuestra ferviente pasión por esta hermosísima mujer, Janine Lindemulder.
Larga melena rubia, brazos enteramente tatuados y un entusiasmo desmedido por el sexo, para alegría del personal masculino. Parece mentira pero por esta actriz no pasan los años. A sus 39 primaveras sigue tan lozana como el primer día.
Empezó en el mundo del porno - a principios de los noventa - rodando sólo escenas con mujeres hasta su prematura retirada en 1999 para dedicarse a tiempo completo a su hijo y a su formación como profesora de educación preescolar!!! (cuántos habríamos pagado por haber tenido una profesora de este calibre en nuestro colegio, verdad?)
Un par de divorcios después, en 2004, decide volver al terreno del cine para adultos trabajando bajo su propia productora y rodando la que sería su primera escena sexual con un hombre en la pantalla. A partir de ahí, un no parar de películas, retiradas, piercings, éxitos, vídeos en internet, documentales, etc. etc. etc.
Si hubiese justicia en este planeta, esta señora ya debería tener la marca de sus huellas destacadas sobre el mítico paseo de la fama de California. América ya no es lo que era.
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