Peter Lee Lawrence era un tipo singular, nacido en Alemania bajo el nombre de Karl Hirenbach, supo hacerse un hueco en una treintena de spaghetti westerns durante las décadas de los sesenta y setenta hasta su prematura muerte con tan sólo 29 años.
No nos importa mucho si era un buen o mal actor. Realmente eso nos da igual. Sabíamos que su sola presencia elevaba cualquier escena a una categoría superior. Precisamente, por eso, suponemos que Sergio Leone confío en él para un pequeño papel en La muerte tenía un precio (la que fue su primera aparición frente a las cámaras) aunque nuestro querido director era demasiado inflexible y no permitió que se mostrase su nombre en los créditos.
Todavía no se han aclarado las causas de su muerte. Se habla de suicidio - algo que su novia en aquella época negó rotundamente - pero lo cierto es que sufría un tumor cerebral, cosa que le provocaba depresiones y continuos cambios de humor.
Elegí el día de hoy para hacer un pequeño homenaje a este actor que siendo un secundario apenas insignificante llegó a la cima del cine europeo de género. Y como presagiaba el título de uno de sus filmes, a veces, La muerte busca a un hombre.
Elegí el día de hoy para hacer un pequeño homenaje a este actor que siendo un secundario apenas insignificante llegó a la cima del cine europeo de género. Y como presagiaba el título de uno de sus filmes, a veces, La muerte busca a un hombre.
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