Viendo la fotografía - que parece una instantánea de Vogue - nadie diría que estas mozas crearon a finales de los noventa un sonido a caballo entre Korn y Alice in Chains.
Estos bellezones provenientes de Estocolmo publicaron dos discos que están en las antípodas de su imagen personal. La voz es desgarrada y depresiva. Las guitarras corrosivas. El bajo acompaña con agresividad y la percusión evoca tristeza.
El primer LP, llamado Horror Wrestling (1996) las situó en el panorama internacional. Ahora recuerdo la inocente anécdota que vivieron unos conocidos: Fear Factory (creo que eran ellos...)venía de gira a la ciudad condal y antes de entrar a la sala, mis colegas decidieron tomar algunas cervezas por los alrededores. En mitad de la improvisada fiesta aparecen cuatro -atractivas- chicas por esa misma zona y todo el mundo se las queda mirando embobados. Algunos minutos más tarde, ya dentro del recinto, a la hora de que salga el telonero a realizar su actuación, todos quedan petrificados cuando las ven sobre el escenario. Eran las Drain Sth y estaban dando mucha caña.
El segundo álbum, Freaks of Nature (1999), tiene una producción más pulida y más variada en su concepción. Incluso se atreven con el hip hop. Lamentablemente éste fue el último que editaron.
La cantante y líder de la banda conoció a Tony Iommi - el mítico guitarrista de Black Sabbath - se enamoraron y se casaron. Así que la mujer está actualmente retirada. El resto continúan sus andaduras en el rock con mayor o menor fortuna.
Y es que debe haber una maldición histórica para que ningún conjunto femenino aguante el tirón y acabe siempre precipitadamente. Podemos contar las excepciones con los dedos de una mano y nos sobran dedos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario