Cuando en una cinta se juntan elementos tales como Tobe Hooper, Robert Englund, un título como Eaten Alive (aka Death Trap) y la historia trata sobre un psicópata dueño de un destartalado motel que asesina a sus huéspedes para echarlos a una charca donde habita su mascota, un gigantesco cocodrilo que siempre está hambriento... rápidamente intuyes que vas a pasar un rato muy -pero que muy- entretenido.
Una película con escenas memorables y tremendamente exagerada con sus irónicas dosis de violencia gratuita. Su director que saltó a la fama con la rompedora La Matanza de Texas, sigue en la línea de mostrarnos situaciones enfermizas basadas en personajes que no sienten ningún tipo de empatía hacia el prójimo. Más bien todo lo contrario. Desean causarle dolor y convertir sus pacíficas vidas en un auténtico infierno. (Qué buen rollito, no?)
No faltan los guiños a su insuperable obra anterior, aunque en este caso, jugando con la parodia en los momentos de mayor tensión.
Diversión 100% asegurada.
http://es.youtube.com/watch?v=3k5bbpxPK7c
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