Me atrevo a decir que su realizador, Vicente Aranda, hizo sin pretenderlo una de las películas más curiosas dentro del género del terror patrio. Su guión toma como referencia el cuento de Carmilla escrito por Joseph Sheridan Le Fanu en 1872, haciendo de él una adaptación muy libre.
La historia empieza justo en el mismo viaje de bodas de un joven matrimonio. Nada más llegar al motel donde debían hospedarse la novia sufre fuertes alucinaciones y extrañas sensaciones. A la mañana siguiente, su marido se la lleva a su pequeño castillo (todas las familias tenemos un palacete, no?) para intentar que su mente descanse pero las pesadillas continúan y avanzan en un consistente "in crescendo" hasta que las imaginaciones se acercan sospechosamente a la realidad...
Hay que reconocer que la primera mitad tiene un ritmo bastante lento y pesado, pero cuando alcanzamos el punto de inflexión que requería la narración, afortunadamente la trama acelera y favorece el que prestemos más atención durante toda la parte final.
Considerada por una parte de la crítica como una auténtica cult movie (Tarantino le rinde homenaje en Kill Bill) y por el resto como una película pésima ("mala de cojones" en castellano), no deja indiferente a nadie. No hay que olvidar que por su polémico contenido fue censurada en muchos países y las copias recortadas a una menor duración le conceden también -por este motivo- una menor calidad. Sólo es posible contemplar la versión integra mediante importación. En España increíblemente no ha sido editada en DVD.
Según mi opinión, alterna escenas sobresalientes con otras mucho más aburridas así que sería más sincero argumentar que se trata de un filme irregular. En cualquier caso, necesitaré un nuevo visionado para posicionarme en una u otra dirección.
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